El enemigo número uno en las etapas de la vida en las que más importa la apariencia estética. Suele asociarse con trastornos emocionales como ansiedad, depresión y estrés como consecuencia de no sentirse aceptado o físicamente adecuado socialmente, y por no saber cómo prevenirlo o tratarlo. La intensidad puede ser tan leve como solo algunas pequeñas lesiones, hasta abscesos complicados que pudieran dejar marcas deformantes en la piel.
Las causas suelen ser muy variadas, se ha implicado la dieta inadecuada, desequilibrio hormonal, situaciones de estrés, cosméticos que no dejan respirar la piel, algunos medicamentos, y finalmente factores desconocidos.
Algunos consejos que te daría para el manejo de este padecimiento:
- Higiene: lavarse la cara dos veces por día, usando jabón neutro.
- Manejo adecuado del estrés: Dispersa tu mente en actividades sanas que te hagan sentir relajado o que las disfrutes, como el deporte.
- Aliméntate sanamente: se recomienda alimentos orgánicos en todo lo posible, abundando en frutas y verduras.
- Evita las sustancias y cosméticos que bloquean la traspiración normal.
Lo que no debes hacer por ningún motivo es manipular las lesiones, lo que más frecuentemente se le antoja hacer a las personas, pero cuidado, esto puede generar lesiones permanentes en la piel, que después serán difícil de hacer desparecer.
Si a pesar de observar todos los cuidados mencionados, continuas con el problema, te tengo buenas noticias, hay tratamientos efectivos para este problema, y sin los efectos indeseables de los medicamentos convencionales.